Fak! Observé a los demás pasajeros intentando dormir, algunos con caras de asesinos de colectiveros cumbiancheros y los más afortunados con esos auriculares que cada vez fabrican más grandes, a punto de tapar la cara. Lamentablemente, mi reproductor tenía cero batería, así que no encontré consuelo en mi estilo de música. Tampoco pude leer pues estaba en medio del colectivo, colgado a un caño y apretado de personas.
Pensé pedir que apagase la música, pero mi valentía es limitada (bueno... es nula). También creí que puedo hacer una denuncia en la empresa de transportes, porque el colectivero estaba violando una ley, que es muy reciente, donde se prohíbe escuchar música sin auriculares. En fin, me resigné a no hacer nada.
Llegué al trabajo 15 minutos tarde. Por suerte, mi jefe no estaba. Me tomé un café y me puse los auriculares para sacarme el "trá, trá, dale trá" de la cabeza, y el glorioso reproductor comenzó sonando "For Amelie" de Leaves eyes, perfecto para tranquilizarme con su armoniosa voz. Cuento hasta diez y comienzo así mi jornada laboral.
Imagen de Chicas Bondi